Aquí y ahora, te quiero
sin ayeres ni mañanas
con las circunstancias mías
y tuyas, sin preludio, te quiero.
Te quiero, así de fea y bella,
tan ordinaria,
tan fantástica, tan ríspida, tan
tierna,
tan dura de cabeza, tan blanda de
corazón,
con tu presión baja y el silencio
de tu estomago
con todas tus virtudes, y
todos tus defectos.
Así, aquí y ahora, te quiero.