Nadie decía nada, todo era silencio,
aletargados por la deficiencia
de no decir te quiero.
El año se nos iba
y volvían los recuerdos
y el corazón se angustiaba.
aletargados por la deficiencia
de no decir te quiero.
El año se nos iba
y volvían los recuerdos
y el corazón se angustiaba.
(Esa angustia de no
tenerte,
mas presente que tú misma)
mas presente que tú misma)
Entonces no decir
nada
se volvió una forma
de decir “te quiero”.
Y la angustia amarga
té sembraba en mi
costado
germinando la dulzura
de tus ojos.
Habría que pensar en
el lastre
de los labios y las
palabras
hechas para no decir
nada,
desfragmentar toda
esta parte
que no hace nada más
que quererte.